Introducción de la receta:
¡Preparar un delicioso helado de plátano vegano en casa es más fácil de lo que piensas! Este helado es muy sencillo de hacer y además es muy saludable. Solo necesitarás plátanos congelados y tu leche vegetal favorita. Es una receta perfecta para refrescarse en los días más calurosos de una forma sana. Además, es una gran manera de aprovechar esos plátanos maduros que están a punto de echarse a perder. Prepara esta receta en unos 10-15 minutos y tendrá suficiente para 2 raciones. ¡Así que empieza a disfrutar de este helado vegano de plátano cremoso!
Lista de ingredientes:
– 3 plátanos maduros
– 1/4 taza de leche vegetal (puedes usar de almendra, soja, avena, etc.)
Instrucciones paso a paso:
1. Pela los plátanos y córtalos en rodajas. No te preocupes si no quedan perfectas, lo importante es que estén más o menos del mismo tamaño para que se congelen por igual.
2. Coloca las rodajas de plátano en un recipiente apto para congelar. Asegúrate de que las rodajas no se peguen entre sí.
3. Congela los plátanos durante al menos 2 horas o hasta que estén completamente congelados.
4. Una vez los plátanos estén congelados, colócalos en la batidora o procesador de alimentos.
5. Añade la leche vegetal a la batidora o procesador de alimentos.
6. Tritura todo hasta obtener una mezcla cremosa. Es posible que tengas que parar de vez en cuando y mover los plátanos con una cuchara para que se trituraran todos por igual.
7. ¿Listo? ¡Ya tienes tu helado de plátano vegano preparado! Ahora solo tienes que servirlo en cuencos o copas de postre y disfrutar. Si lo prefieres, puedes volver a congelarlo un rato para que tenga una textura más parecida al helado.
Consejos útiles:
– Asegúrate de que los plátanos estén bien congelados antes de procesarlos, esto le dará al helado una mejor consistencia.
– Si la mezcla no se está procesando bien, puedes añadir un poco más de leche vegetal para ayudar a mover los plátanos en el procesador de alimentos.
– ¡Añade tus toppings favoritos! Puedes probar con un poco de cacao en polvo, nueces, frutas frescas o incluso con un poco de miel vegana.